Frédéric Chopin
Nocturne no. 20 Opus posthume
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Frédéric Chopin
Nocturne no. 20 Opus posthume
- Compositor Frédéric Chopin
- Editorial Editions Bourgès R.
- Nº de pedido EBRA028
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Descripción de la:
La colección ANACROUSE ofrece tanto a los pianistas principiantes como a los experimentados una amplia selección de obras clásicas, desde el Renacimiento hasta la época moderna.
Nos hemos fijado el objetivo de ofrecer tanto obras imprescindibles del repertorio clásico como piezas de compositores a veces olvidados, todas ellas de innegable valor pedagógico. Cada pieza, vendida individualmente, ha sido objeto de un cuidadoso trabajo editorial, tanto en lo que se refiere al texto musical como a su grabado, con el fin de garantizar a los músicos las condiciones indispensables para los placeres derivados del comercio frecuente de estas obras.
Las partituras se ofrecen en forma de obras tradicionales (hojas de papel), y también están disponibles mediante descarga.
El término Nocturno tiene un significado diferente según las épocas. En los siglos XVII y XVIII, era una pieza de música de cámara, instrumental o vocal, apta para ser interpretada al aire libre o de noche. En el siglo XIX, el creador del "nocturno para piano" en sentido técnico fue el compositor irlandés John Field. Estos nocturnos son piezas elegantes con una melodía sencilla, nostálgica y meditativa.
Chopin adoptó este nombre y su idea general para estas frases poéticas con un acompañamiento desarrollado y cadencioso. Escribió veintiún nocturnos que le ayudaron a hacerse famoso.
El Nocturno nº 20 en do sostenido menor, compuesto en 1830, es una pieza muy original en su combinación de sentimiento y espíritu. Es una pieza mucho menos condensada que los otros nocturnos, pero que nos hace sentir una belleza que nos hechiza. Esta obra se encontró entre los papeles del compositor tras su muerte y no se publicó hasta 26 años después.
Utilizó en su obra la notación de un tema tomado de su anterior concierto para piano en fa menor. En la primera versión, que abandonó más tarde, la melodía está compuesta en compás de 3/4, como en el concierto, con un acompañamiento de 4/4, el tiempo dominante en el nocturno. Esta notación es bastante sorprendente para la década de 1830, aunque la forma de combinar diferentes tempi se desarrolló especialmente en el siglo XX.
Chopin nos confía parte de su diario a través de estas melancólicas páginas de sensibilidad comunicativa.
Los pianistas románticos podrán expresar naturalmente sus estados de ánimo a través de este nocturno de gran expresividad.
Nos hemos fijado el objetivo de ofrecer tanto obras imprescindibles del repertorio clásico como piezas de compositores a veces olvidados, todas ellas de innegable valor pedagógico. Cada pieza, vendida individualmente, ha sido objeto de un cuidadoso trabajo editorial, tanto en lo que se refiere al texto musical como a su grabado, con el fin de garantizar a los músicos las condiciones indispensables para los placeres derivados del comercio frecuente de estas obras.
Las partituras se ofrecen en forma de obras tradicionales (hojas de papel), y también están disponibles mediante descarga.
El término Nocturno tiene un significado diferente según las épocas. En los siglos XVII y XVIII, era una pieza de música de cámara, instrumental o vocal, apta para ser interpretada al aire libre o de noche. En el siglo XIX, el creador del "nocturno para piano" en sentido técnico fue el compositor irlandés John Field. Estos nocturnos son piezas elegantes con una melodía sencilla, nostálgica y meditativa.
Chopin adoptó este nombre y su idea general para estas frases poéticas con un acompañamiento desarrollado y cadencioso. Escribió veintiún nocturnos que le ayudaron a hacerse famoso.
El Nocturno nº 20 en do sostenido menor, compuesto en 1830, es una pieza muy original en su combinación de sentimiento y espíritu. Es una pieza mucho menos condensada que los otros nocturnos, pero que nos hace sentir una belleza que nos hechiza. Esta obra se encontró entre los papeles del compositor tras su muerte y no se publicó hasta 26 años después.
Utilizó en su obra la notación de un tema tomado de su anterior concierto para piano en fa menor. En la primera versión, que abandonó más tarde, la melodía está compuesta en compás de 3/4, como en el concierto, con un acompañamiento de 4/4, el tiempo dominante en el nocturno. Esta notación es bastante sorprendente para la década de 1830, aunque la forma de combinar diferentes tempi se desarrolló especialmente en el siglo XX.
Chopin nos confía parte de su diario a través de estas melancólicas páginas de sensibilidad comunicativa.
Los pianistas románticos podrán expresar naturalmente sus estados de ánimo a través de este nocturno de gran expresividad.